domingo, 10 de julio de 2011

Homenaje al Maestro Facundo Cabral

Mi madre, encinta, bailaba con mi tío loco por el hachazo que todavía llevaba en la cabeza; bailaban a los saltos, de punta del patio agobiado por malvones.
¿Qué pasa afuera? – pregunté.
- Estamos festejando tu inminente nacimiento -contestó mi madre.

Así empieza Paraíso a la deriva, las memorias escritas por Facundo Cabral, de 74 años, que el sábado fue acribillado en el aeropuerto Internacional La Aurora de Guatemala. Iba a viajar a Nicaragua, donde continuaría con su gira de despedida por América Latina.
Fue mudo hasta los 9 años, analfabeto hasta los 14, enviudó trágicamente a los 40, conoció a su padre a los 46 y sobrevivió a una pobreza extrema. Fue el más pagano de los predicadores. Nos ha hecho reír, reflexionar, dudar, confesar, nos ha hecho más sabios y felices. Y lo recordaremos porque, como diría él, las cosas son de los que aman y nosotros lo amamos.
Antes de conocer a Facundo, pensaba yo que era el único en el mundo cuando en verdad estoy entre siete mil millones de personas.
Y me di cuenta con él, que en todo este tiempo nunca he estado deprimido, sino solamente distraído. Distraído de la vida que me puebla. ¿Cómo puedes estar distraído?, me preguntó él.

Tienes corazón, cerebro, alma y espíritu, entonces cómo puedes sentirte pobre y desdichado. Distraído de la vida que te rodea; delfines, bosques, mares, montañas, ríos. No caigas en lo que cayó tu hermano que sufre por un ser humano cuando en el mundo hay siete mil millones de personas. Además, no es tan malo estar solo, es más, yo la paso bien decidiendo a cada instante lo que quiero hacer. Y gracias a la soledad me conozco, algo fundamental para vivir. No caigas en lo que cayó tu padre, que se siente viejo porque cumplió 70 años, olvidando que Moisés dirigía el éxodo a los 80 y Rubinstein, interpretaba como nadie a Chopin a los 90, por sólo citar dos casos conocidos.

Y ahora ¿cómo evitar estar triste cuando tu vuelo se ha adelantado, pero te veo en mente tan claro diciéndome: ¡Me he liberado de mi cuerpo que es tan molesto! Ya sabes: “Tengo hambre, tengo frío, tengo sueño, tengo ganas, tengo razón, tengo duda”

Hoy sé que Facundo nació: para seguir infinitos, para que sus ojos lo bebieran todo, para tener que aceptar, dolorosamente, que aunque uno haga mucho, lo esencial será postergado hasta lo infinito. También nació para leer a Schopenhauer y a Nietzche. Nació para descubrir a Kafka y para morir con él, entre tortugas y flechas.
Facundo decía cuando los días eran luminosos: Las canciones son mi cuerpo volando, haciéndome fosforescente, es decir poeta; muchos se casaron por mis canciones, por eso me odian, muchos se separaron por ellas, por eso me aman…es decir que soy amado por lo que odio y odiado por lo que amo.
Nació para presentarme a Walt Whitman. Para decirme que cualquier duda le preguntara a Borges.
Siempre recordaré el tema que compuso. Perdóname, Señor. No quiero ser un ciudadano. Yo quiero ser un hombre como me has creado.
Facundo, sentado en el escenario con una gafa oscura y sonriente, mientras arpegiaba su guitarra en mí menor, soñaba y recitaba:

Yo soy Facundo Cabral y ahí no termina la cosa,
Yo soy hijo Sara y con eso es suficiente.
Soy el orgullo de mi abuela que es la vergüenza de mi familia
Por mi abuela empecé a leer la Biblia a la altura de la Magdalena.
Mi abuela pensaba que hacer el amor alargaba la vida.
Por eso le llamaba la atención que Borges haya vivido tantos años.
Soy la peor parte de Isabel ,
que es mi mejor parte.
Ella no puede vivir sin mí y yo la comprendo
porque yo tampoco puedo vivir sin mí.
Y a mi edad ya casi con derecho
a los incoloros privilegios del escepticismo,
a pensar como pensaba Mark Twain en su madurez que decía:
"A mi edad cuando me presentan a alguien
ya no me importa si es bueno, malo, rico,
pobre, negro, blanco, judío, musulmán o cristiano.
Me basta y me sobra con que sea un ser humano...
peor cosa no podría ser".
Estoy asombrado de ser parte del asombroso
universo y orgulloso del hambre que me mantiene despierto.
Soy repetidor de Whitman:
“Me canto y me celebro,
me celebro y me canto,
y si me canto y me celebro
te celebro y te canto
porque cada átomo
que me pertenece te pertenece
porque cada átomo
que te pertenece me pertenece
porque tú y yo somos la misma cosa.”

Aún creo poder verlo, tarareando una canción, Jesús anda por la tierra, o silbando bajito al costado de la vía o en una playa desierta No soy de aquí, ni soy de allá. De alguna forma tenía razón en esta canción, porque él era de todas partes.
El diablo sabe por sabio pero más sabe por Freud – decía y todo el mundo se reía.
Y me detengo cuando canta: Pobrecito mi patrón, piensa que el pobre soy yo. Esta canción tiene mucha reflexión dentro. Porque el cantor cultiva lo místico.
La revolución fundamental es revolucionarse – otra frase que me gusta.
Y mientras trabajaba, su voz seguía recitando incansable:
Vamos cruzando por la vida en el tren de la muerte,
viendo como el progreso acaba con la gente.
En el mundo comprobé que hay un tal para cual
y que cada uno encuentra lo que quiere encontrar.

El hombre tiene mujeres y el gerente secretarias.
El rico tiene problemas y el pobre tiene ganas.
Me escapé de la Rosario que se hace la moralista,
porque ella es virgen porque es fea y no porque sea buena.
He conocido mujeres y de eso nadie se asombre,
que por buscar un marido se perdieron a los hombres.
Parecido le pasó al tucumano Hugo Alberto
que por una sola mujer se perdió a todo el resto.
A la flecha del amor la dispara un inconsciente
de lo contrario no habría tanta desgraciada gente.
La flor seguía cantando en un Manhattan delirante
como el sueño que es la vida.
Otro Kennedy llegaba, Jimmy Carter insistía,
Frank Sinatra retornaba y John Lennon se moría.
O se dejaba matar para darme la oportunidad
para que yo pueda pasar el frente de una vez por todas.
Thank you, John, donde quiera que estés. En el infierno con Somoza o en el Paraíso
con Vinicius du Moraes.
Entre muchas maravillas que guardo en el corazón
la principal es aquella que una noche
de Ecuador me libró de las cadenas cuando me dijo que sí,
porque aprendí que entregarse es comenzar a vivir.
Cuatro ojos me mataron el día que nos conocimos,
los dos con que me miró y los dos de su marido.
Estoy forzado a robar porque he llegado muy tarde,
desde antes de nacer las cosas eran de alguien.
Por ejemplo, “El Quijote” de Miguel Cervantes,
“Hojas de Hierba” de Whitman,
“Tristán e Isolda” de Wagner.
España era de Franco,
el Guernica de Picasso,
Sofía Loren de Ponti,
el Óscar de Marlon Brando.
La gloria era de Gardel, las vaquitas de Anchorena
y si quedaba algo más
se lo llevó Lope de Vega.
Hasta la misma injusticia ya tenía propietario
como la desesperanza es privilegio del tango.
Si me gusta una mujer está de novia o casada,
si soy ladrón es por culpa de la propiedad privada.

   Facundo Cabral probó la vida y glorificó a todos y confesó el sabor que tiene la dicha de sentirse vivo, poseído por el amor por la que cantó con fervor hasta el último aliento.
   Hoy se nos va, el que dijo que fue Dios porque soñó. La vida es un circulo decía él cuando volvía en invierno a la casa de su madre.
   Y ahora pienso, ahora que has tomado el tren de la eternidad
    Como no recordarte si contigo aprendí tantas cosas,
   Si contigo aprendí a hacer barcos
con los dólares que morían en la alcantarillas de Paris.
   Y contigo memoricé algunas frases que jamás olvidaré.
   Con tu voz canté y recité.
   Se nos fue el que cantaba a la paz y la libertad con su música de trovador.
   El que de niño siempre quiso ser payador.
   Adiós amigo, sube con tu carroza de fuego cual Moisés
ya con tu cabello cano, señal de que te has purificado.
   Estuviste tan vivo y siempre estarás vivo en nosotros.

   Estabas hecho de vino, de flores, de trigo, te llaman el hombre.

   Y me quedo con lo que dijiste alguna vez,
ya veinte año atrás ensayando:
Amigos yo no me fui,
ustedes se quedaron.


   Thank you, Facundo, me quedaré con tus Cabralidades.

C.D.
10-07-2011

4 comentarios:

  1. Que barbaro, hermano, Que homenaje al maestro!!!
    Salvaje!!

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    1. me has hecho lagrimear cristian

      tu despedida a facundo cabral es conmovedora

      que seas muy feliz en oviedo,ciudad que conoci en el 2011

      ruben de la patagonia

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  2. Hola! He estado buscando no se si es un poema o una canción, de Facundo, solo recuerdo estas frases
    Yo heredero de nada
    Yo que con el negro fui negro y blanco con el blanco
    Señores yo no me fui... ustedes se quedaron.
    Te agradecería si pudieras decirme el nombre del poema o la canicon, mil gracias!

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    1. La verdad, es que no me suena esa canción. Facunda solía muchas veches improvisar en sus frases. Tal vez no tenga ese disco.

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