jueves, 28 de julio de 2016

Palabras sobre el esfuerzo

El día 9 de este mes asistí en Valencia a la Fiesta del Libro y de la Amistad, organizada por Liternauta. He aquí las palabras que dije entonces:
Una de las ventajas de viajar por el mundo es que hoy en día el mundo es pequeño y todos los caminos conducen a casa y en cualquier parte puedes encontrar a gente cercana a ti, a gente a quien le gusta lo que haces. Los paraguayos, aunque no seamos demasiado, nos hemos esparcido por el mundo, como semillas que el país expulsa en el aire. Y con nosotros hemos traído lo nuestro, nuestro idioma, nuestros dos idiomas: el español y el guaraní. Nuestra guarania y nuestra polka, nuestra polka jahe’o y el arpa que siempre cautiva. Nuestras galoperas que con “sus cántaros de amor” nos sacian la sed tan lejos de nuestra tierra. Pero también hemos traído con nosotros lo artesanal, el a’o po’i, que vestimos orgulloso; el Ñandutí, un símbolo que nos une a todos en una red invisible, tejido con las manos de penélopes, que esperan siempre, como en Ítaca, nuestro regreso. Todo esto ofrecemos al mundo. Pero la literatura paraguaya es la que menos llevamos con nosotros. En Paraguay también tenemos buenos artistas en este campo. Tenemos nuestra poesía guaraní. Desde que León Cadogán volvió del monte y nos trajo el Ayvu Rapyta (El Fundamento de la palabra), hemos vuelto a recuperar la verdadera poesía guaraní, la que nace de la misma música, de la misma oración que cantaban los guaraníes a la naturaleza, la que está cargada con bellas sugerencias ancestrales y verdaderas y originales metáforas. La poesía guaraní ha renacido y quiere fortalecerse. Pero necesita voz, necesita lectores. Ñamoñe’eva’era jaha jahápe ñane ñe’ê. Nosotros debemos ser los divulgadores de nuestra literatura, los mejores conocedores a ser posible. Debemos esforzarnos. Si no nos gusta la literatura, intentemos aprender nuestro idioma. Jareko ko’ape Luisa Pereira-pe ñanembo’ehagua.
En estos días estuve releyendo el libro ¿Para qué sirve realmente la Ética?, de Adela Cortina (Paidós, 2013). Un libro fundamental en estos tiempos de disturbio y malestar sociológico. Os lo recomiendo. Una de las ideas que más me ha llamado la atención y me ha hecho pensar dice: «Tampoco está de más aprender a hablar y escribir para poder expresar lo que se lleva dentro, no sea que en la vida corriente acabemos diciendo como en la escuela “me lo sé pero no lo sé decir”» (pág. pág. 102). Adela Cortina se refería a los distintos tipos de libertades que ha conquistado el ser humano. Estoy completamente de acuerdo con ella, la ignorancia, el analfabetismo son una forma terrible de opresión. No saber escribir, no saber expresar lo que uno piensa, lo que uno lleva dentro (sus ideas, sus emociones, sus malestares) es una forma de cárcel. Es como si tuviéramos la boca cosida y las manos del pensamiento atadas. La incapacidad de expresión afecta a todos los niveles sociales, pero en especial a la clase más pobre. Adela Cortina explica que esta especie de parálisis expresiva no se “debe a una incapacidad genética, sino a falta de esfuerzo”.
Muchos no tendremos la suerte de nacer en una cuna con la vida y el futuro resueltos, no hemos ido a buenas escuelas, si es que al menos hemos podido ir a la escuela. Pero tenemos la suerte hoy de estar en un país que nos puede ofrecer muchas posibilidades para mejorar. Eso debería motivarnos para mejorar nuestro nivel de vida, nuestra formación. Como dice, Adela Cortina, la libertad se conquista. La facultad de poder hablar y escribir correctamente es la base de la libertad de expresión, por tanto, de la literatura.
En nuestro país. tenemos la suerte de poder expresarnos en dos idiomas: el guaraní y el español. Tenemos así más posibilidades. Pero eso nos exige también un esfuerzo extra para mejorar nuestra expresión, tanto en lo hablado como en lo escrito. Debemos exigirnos aprender bien tanto el español como el guaraní, para poder expresar a todo el mundo lo que somos, lo que pensamos, etc. Así nos entenderán mejor y nos conocerán mejor. Y que nadie me diga que con el guaraní no podemos expresar las ideas más nobles y científicas. Como el español, el guaraní es una lengua viva, capaz de adaptarse, de evolucionar a la par que nuestra sociedad y con la cual podemos expresar lo inexpresable. La poesía más bella resuena en este idioma.
De ahí la importancia de la lectura. Que no digan de nosotros que somos tímidos, porque somos sociables, solo que muchos no podemos expresarnos bien. Y no hace falta ser escritor para saber escribir bien, ni ser político para saber hablar bien. A nuestra gente todavía le falta un poco para conquistar una de las libertades de la que hablaba Adela Cortina en su libro: la libertad de expresión. Por eso debemos esforzarnos en aprender bien nuestros dos idiomas.
Queridos amigos y amigas, hoy me siento feliz de estar aquí. Creo que en esta vida he aprendido que el trabajo es el secreto para conseguir los sueños. Bueno, trabajo y un poco de inteligencia y buena organización y un poco, solo un poco, de suerte. Y que las decisiones que uno toma en la vida pueden marcarlo todo. Por eso es bueno tener presente qué es lo que uno quiere ser el día de mañana. Los sueños crecen en secreto, poco a poco, y como las gotas de agua que caen en un vaso, nos van llenando. Yo soñaba de pequeño con leer libros, y hoy leo un montón de libros, tengo una biblioteca en el barrio donde vivo, a doscientos metros de mi casa. Y creo que estoy aprendiendo a escribir. Puede que un día escriba un gran poema, o un gran relato. Ojalá. Otro de mis sueños era ir a la universidad. Para mí era el sueño más imposible de todos. Pero hoy estoy acabando una carrera. Yo soñaba con conocer Valencia algún día. Ahora mismo estoy en el corazón mismo de Valencia con personas que me hacen sentir feliz. Los sueños son importantes en ese sentido, porque nos guían. Pero vuelvo a reiterar, el esfuerzo es la base de todo. Muchas gracias.

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