viernes, 25 de mayo de 2018

Haiku: poemas de tres alas



          
A la de 3
Javier Almuzara
Sevilla, Renacimiento, 2017

Los que conocemos a Javier Almuzara (Oviedo, 1969), y tenemos la suerte de seguirle en todas sus publicaciones, sabemos que siempre nos ofrece una literatura que nos une con la tradición, pero cuyo esencia es totalmente contemporánea. Todo lo que pasa por la pluma de Almuzara sabe a nuevo y añejo a la vez. De ahí que algunos haikus de A la de 3 nos suenen más bien a los versos populares españoles, tales como coplas, soleas, etc. Otros nos recuerdan a las humoradas de Campoamor (“Si soy feliz / la lluvia me resbala. / Si no, también”). O este otro: “En reflejo / de la carnicería / me han puesto precio”, en el que la cotidianeidad y la realidad inspiran al poeta, que reflexiona sobre el presente al que convierte en poesía. Y es que Almuzara, en sus paseos por su ciudad, se fija en lo que nadie más se fija y es capaz de ver lo que está escondido en los paisajes cotidianos y en la vida de las personas y en su experiencia misma. Por eso, en  A la de 3, hay haikus de amor (“Todo el verano / en la luz que hoy se posa / sobre tus labios”), irónicos, actuales, de tinte más occidental que oriental, pero sobre todo universal, con los que es difícil sentirte afónico en estas fechas de lluvia y frío: “En el café / de este día plomizo / se hunde el azúcar”. Con Almuzara toda experiencia se transmuta en un breve y profundo haiku. Y es que en algún momento, cuando pronunciamos su nombre, suena la palabra musa.
Sí, señor. Los haikus de Almuzara no tienden a la monotonía. El lector pausado podrá reflexionar con uno, sonreír con otro, dudar incluso, emocionarse, si lee atentamente. El lector va pasando de hoja en hoja, de haiku en haiku, y siente que el ánimo, como las olas, sube y baja.
La lectura de un breve libro puede ser infinita si en cada relectura que hacemos de él descubrimos nuevos matices, nuevas imágenes, nuevas reflexiones e impresiones. Y es que no somos el mismo lector cada vez que releemos el mismo poema, nuestro ánimo ya no es el mismo, nuestro estado emocional y nuestro conocimiento del mundo cambian. Por eso A la de 3 tiene esa riqueza de sorprendernos en cada lectura, de reconfortarnos, de enriquecernos. A la de 3 es una fuente que no se agota ni nos sacia nunca. Siempre queremos más. Su lectura es un vicio en cierne.  Y –yo que soy un padre novel– releyéndolo me di cuenta de que este emocionante haiku estaba escrito para mí: “Llora el bebé, / ríe la madre, y ambos / tienen razón”.
                                                                                
                                                         [Reseña publicada en la revista Anáfora, 13]

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