miércoles, 1 de abril de 2015
Yo, en un suplemento escolar
De pequeño leí muchos suplementos escolares. Me los dejaba el Prof. Isabelo, el mejor profesor que tuve entonces. En un país como Paraguay, donde casi no existen bibliotecas públicas (el grupo que tiene el poder de gobernar no quiere que la gente lea) y los libros cuestan una vaca (porque escasean), los suplementos escolares suplen esa falta. Son una herramienta cultural importante. Hace pocos días, Clarisa Enciso me hizo una entrevista para el suplemento escolar de Última Hora. Me sentí muy orgulloso al saber que me tenían como un ejemplo para muchos niños paraguayos. En el fondo sé que solo estoy haciendo lo que creo que es bueno para mí y agradezco a la gente que me ayuda a conseguir mis sueños. He aprendido a saber aprovechar las oportunidades que aparecen en mi camino. La gente de mi país (sobre todo niños), si tuviera oportunidad, también saldría adelante. Ellos también tendrían un futuro esperanzador. Sin duda alguna, soy un chico que aprovecha la suerte que tiene, nada más.
miércoles, 11 de marzo de 2015
Luis Borja, poeta salvadoreño
He conversado con los poemas de Luis Borja, luego he charlado también con él sobre su libro El disparo, publicado en Visor. Todo ello se puede leer en el diario paraguayo La Nación. Me han recordado mucho a Ernesto Cardenal algunos de sus poemas. El tono combativo marca todo el libro, pero Borja es escéptico, parece no creer en el hombre ni en el Dios del hombre.
Etiquetas:
Editorial Visor,
entrevista,
La Nación,
Luis Borja
martes, 10 de marzo de 2015
ALTAÏR MAGAZINE - ESPECIAL PARAGUAY 360º
Les voy a contar una gran noticia.
360º de Altaïr Magazine acaba de dedicar un número solo a Paraguay y está compuesto por 15 artículos sobre cine, literatura, costumbres, etc.; más un mapa interactivo y mucho más. Entre todos ellos publicaron mi “Mosaico paraguayo”, en el que he dejado escrito mis impresiones sobre mi último viaje al "Corazón de América". Estoy muy agradecido. Pasen y vean, a ver si luego os animáis y dais una vuelta por mi tierra guaraní: http://www.altairmagazine.com/mosaico-paraguayo
360º de Altaïr Magazine acaba de dedicar un número solo a Paraguay y está compuesto por 15 artículos sobre cine, literatura, costumbres, etc.; más un mapa interactivo y mucho más. Entre todos ellos publicaron mi “Mosaico paraguayo”, en el que he dejado escrito mis impresiones sobre mi último viaje al "Corazón de América". Estoy muy agradecido. Pasen y vean, a ver si luego os animáis y dais una vuelta por mi tierra guaraní: http://www.altairmagazine.com/mosaico-paraguayo
domingo, 8 de marzo de 2015
Aforismos
Imperfecto soy, de los pies al alma.
Los sueños crecen en secreto.
La madre es el primer amor del hombre.
Desde que te vi, nunca más me puse serio.
La última vez que estuve en Paraguay y tuve la oportunidad de visitar Aregua y el lago Ypacarai, me subí a la torre de la Iglesia y desde allí hice esta foto. Fue lo más cerca que estuve del cielo. |
lunes, 23 de febrero de 2015
martes, 17 de febrero de 2015
La fiesta de la palabra
Parranda
XIV Premio Casa de América de
Poesía Americana
Rafael Courtoisie
Madrid, Visor, 2014.
En Parranda, del poeta uruguayo Rafael Courtoisie (Montevideo, 1958),
la fiesta de la palabra acapara casi todo el libro. El lector podrá encontrar
unos versos lúcidos, dinámicos. En muchos casos el poeta prescinde de los
adjetivos y recurre a la paradoja, a la ironía, al humor, al final inesperado,
como en “Bienaventuranzas” o en “El viejo sabio” (que más que un poema semeja
un microrrelato). Hay poemas tan sintéticos que parecen no ocultar nada,
porque entendemos que no tienen nada que
decirnos, como el segundo poema del libro. Pero si lleva la música, alma de la
fiesta, qué importa si se entiende o no el poema. Algunos de los bailarines que
mueven su esqueleto en este libro son: Neruda, Dostoievski, Rascolnicov,
Melville, Pedro Páramo, Mr. Hyde… En Parranda,
sin lugar a dudas, el Dj es el Ingenio. Pero no todo es fiesta, también hay
poemas reflexivos como “Mal abrigo” u “Orgullo”, título fundamental para entender
los versos que siguen:
Esa inmensa esfera de hierro
invisible que cargamos
al zambullirnos y nadar
sobre la espalda del día.
[El comentario se publicó en el Nº 3 de la revista Anáfora]
sábado, 14 de febrero de 2015
Los nombres de la realidad
Nombres
escritos en la corteza de los árboles
Ángel
Rodríguez López
La
Isla de Siltolá, Sevilla, 2014.

Los nombres han hecho hablar a los poetas desde que se
inventaron el odio y el amor. Las mujeres que inspiran a Rodríguez López son
las que de alguna manera forman parte de su vida y a partir de ahora también de
la del lector.
El primer nombre, “Marcela”, coincide con el de un
personaje muy conocido del Quijote. Marcela es una mujer decidida,
valiente, en la historia pastoril cervantina. Pero también puede ser la figura
de la mujer más libre de hoy en día. En el poema de Rodríguez López no solo
encontramos el primer amor de la infancia y la chica más popular, que tenía
como locos a todos los chicos del pueblo, sino también la referencia al título
que lleva el libro: “Pero de aquello solo queda / tu nombre escrito en la
corteza de este árbol / y un puñado de años con más pena que gloria.”
Todo el libro mantiene el mismo tono descriptivo de las
protagonistas. Él poeta las observa y las canta. “Roberta, / con su tizne
cobrizo en las ojeras…”. A veces se compadece de ellas (“Dulce, la pobre Dulce,
/ lo único que es suyo son sus manchas de verruga / y una miseria honda y
vocera…”) y las bendice y las quiere y las rescata en sus versos, tal vez es
una forma de que no se mueran del todo.
De temas como el amor habla en algunos poemas (“Clara”), y
también observa cómo pasa el tiempo en “Carmen”: “Pero esta mañana se ha
levantado sobre sus más de sesenta marzos…”
A “Violeta” la retrata ágil y risueña paseando por la calle
en unos versos que da gusto pronunciar: “Ella pasa su paso en la calle y posa /
su peso de huesos ya cenizas de tarde…”.
Los versos se leen de forma fluida para que nos sorprenda
mejor alguna imagen, algún aforismo o greguería: a Marta “los besos le caducan
entre los dientes…”, a Martina “se le cae el viento de los ojos si mira lejos”.
Los poemas de Rodríguez López retratan a la mujer que
sufre en la calle, en una oficina, en una casa, en un circo… O en todas partes,
como “Lorena”, la prostituta que “asume los golpes” de la vida. Poemas humanos,
muy humanos, son los de Rodríguez López. Por eso vale la pena acercarse a
ellos. No solo ofrecen un mundo próximo y actual, sino también retratos de la
vida desgarrada por el destino. La lectura de estos poemas busca alumbrar la
conciencia y los ojos de los lectores.
Tal vez los nombres
sean solo una forma de distinguir a los poemas y que la mujer que inspira al
poeta sea solo una y todas. Quizá encontremos en algunos de estos nombres el
rostro de alguien cercano a nosotros. Un nombre como “Marta” o “Raquel”, cuyos
dos únicos versos valen la pena tallar en la memoria: “Hay que defender este
mundo: / tus ojos están dentro.”
Etiquetas:
Ángel Rodríguez López,
La Isla de Siltolá,
lecturas,
libros
domingo, 1 de febrero de 2015
La antología que faltaba en España
La poesía del siglo XX en Paraguay (Antología
esencial)
Mar Langa Pizarro
Madrid, Visor, 2014

Pero acaba de aparecer la tan
esperada antología paraguaya, en edición preparada por Mar Langa Pizarro. Hemos de valorar y respetar su selección
personal y confiar en su criterio. En la introducción nos ofrece un recorrido
por las diferentes generaciones (poetas nacidos a partir de 1901) que conforman
las letras paraguayas del siglo XX. Es una breve historia de la literatura
paraguaya en el que adquieren protagonismo las revistas literarias (Revista del
Instituto Paraguayo, La Ilustración Paraguaya, La Pluma Joven, Alón, Juventud,
etc.). Todas ellas surgieron por la necesidad de difundir las nuevas creaciones
y por la falta de editoriales. Las revistas hoy y entonces siguen siendo una
oportunidad para muchos poetas que no pueden publicar un libro (en Paraguay la
mayoría de las obras la publican y las pagan los propios autores). La selección
de Mar Langa llega hasta los nacidos en 1970.
La
antóloga excluye la poesía escrita en lengua guaraní, pero destaca la
influencia de este idioma en la lírica paraguaya. Algunos de los poetas
bilingües, conocidos sobre todo por sus obras en guaraní, aparecen en esta
selección, como Susy Delgado e Ida Talavera.
Veinticuatro
poetas conforman esta antología, que empieza con Josefina Pla. Como Rafael
Barrett, esta española tuvo una gran influencia en los poetas y escritores
paraguayos que la tuvieron como maestra y guía. Cultivó casi todos los géneros
literarios. Destaca su visión crítica sobre el idioma guaraní y su apoyo al
mundo femenino: “… Oficio de mujer. / Manos moviéndose / sin pausa / como hojas
/ que se retratan arañando el cielo / para caer al suelo y ser pisadas…”. Además,
poemas de amor (“Como he de ser”, “Imposible”,…), reflexivos, sociales, (“Mi
beso es muchedumbre”), intimistas, que hablan de la muerte y el paso del tiempo.
Herib
Campos Cervera es considerado el padre de la poesía nueva (vanguardista) en
Paraguay. Entres sus poemas destacan sobre todo los de tema social, con fuerte
tono reivindicativo. El único libro que pudo ver impreso fue Ceniza redimida (1950), pero muchos de
sus poemas publicados en revistas y diarios se recogieron posteriormente en
volumen. Unos de los poemas más importantes de Campos Cervera, seleccionado en esta
antología, es “Un puñado de tierra”, en el que el poeta, desde el exilio, con tono
pesimista añora a su patria. Anderson Imbert lo calificó como un “poeta sin
alegrías”. Se incluyen además dos poemas inéditos, el último de ellos (“El día
que me muera”) parece pertenecer a la última etapa del poeta.
Ida
Talavera escribe en guaraní y en español. En esta selección, podemos leer
poemas de tema elegíaco, sobre la fugacidad de las cosas, de protesta,
combativos… En “Lo que yo sé” descubrimos que Ida Talavera no solo es una
observadora pasiva de la realidad, sino además alza la voz para decirnos que la
realidad es su maestra, la que le ha enseñado a sentir y a reflexionar. Defiende
a la mujer en el poema “Mujeres de mi tierra”.
Hugo
Rodríguez-Alcalá, además de poeta, es un gran estudioso de la literatura
paraguaya e hispanoamericana. El tema del exilio está muy presente en sus
poemas. “Proyecto de poema I” evoca a su madre, la describe leyendo tal vez un
libro, es una forma de retrotraer el recuerdo de la patria; en “El pueblo” evoca
el lugar de la infancia, ese lugar ameno que ahora le parece un sueño.
Oscar Ferreiro es poeta, ensayista y traductor de Apollinaire, Paul
Éluard…Entre sus poemas, destacan “Mañana” y “¿…y los dioses”. Ester de
Izaguirre concibe poemas reflexivos (“Ignorancia”, “Feria”), intimistas
(“Celebrante”) y amorosos (“Estatua”, “Conjuro”).
Elvio Romero es el poeta paraguayo más conocido fuera de su país. La
mayoría de sus obras fueron publicadas por la editorial Losada. Influenciado
por Neruda, Alberti (este le dedicó un poema y le ayudó a publicar su primer
libro, Días roturados), Miguel Hernández, Herib Campos
Cervera,... Como a otros, según Hugo Rodríguez-Alcalá, el exilio lo salvó
del anonimato. Pero sin duda alguna, Elvio Romero fue el primer poeta que elevó
la lírica paraguaya a un nivel de prestigio.
José
Luis Appleyard, que en la escuela estudió a los poetas españoles de la Generación
del 27, también sigue la línea de Elvio Romero pero no es un poeta solo de
raigambre social, le gusta más hablar de la naturaleza, del paso del tiempo. Es
un poeta que no grita, no exhorta, no busca combatir, pero su voz es una de las
que más se escucha y queda en la memoria del lector. Sus versos sosiegan, como
la misma naturaleza que describen. En esta antología, los primeros poemas son
más relevantes.
Otros
poetas que destacan son Rubén Bareiro Saguie con sus poemas breves, aforísticos.
Raquel Chavez nos ofrece poemas o versiones de los cantos que describen la
cosmogonía guaraní, es también un homenaje al antropólogo (y, por qué no,
poeta: el que traduce también es poeta) León Cadogán. Osvaldo González Real, ensayista y narrador,
es conocido sobre todo por sus cuentos de temas ecológicos, sus poemas se
acercan bastante a la poesía oriental y a la cosmogonía guaraní. Jacobo Rauskin
describe en sus poemas la realidad cotidiana. Se trata de un poeta cuya poesía
parece engañosamente sencilla. Mezcla incluso el habla coloquial de su tierra
con la lengua estándar. El poeta busca acercarse al lector paraguayo hablando
como se habla en la calle. Es un estilo que ahora parece estar muy de moda en
los poetas paraguayos, sobre todo en la última generación. Elinor Puschkarevich
tiene algunos poemas más intimistas y sugerentes, otros tienden al tono
confesional, como “Rosi, mi hermana canaria”, en el que nos presente el tema de
la amistad. En los poemas de su segundo libro, vemos la preocupación por el
paso del tiempo y la añoranza del ayer.
René
Dávalos, que tenía solo 22 años cuando falleció, es una de las voces más
prometedoras que había tenido la nueva poesía paraguaya. Muestra de ello son
los pocos poemas que dejó publicados, piezas como “Ausencia”: “¡Qué sola brilla
/ –y qué vacilante– / mi vida en tu oscuridad!”. Algunos de sus poemas, como
“Joven poeta” y “Al hermano”, hablan de la muerte como si presintiera su propio
destino (“Estabas listo para morir: / el cielo como fruta madura negaba su
dulzura…”). “La amada”, en mi opinión, es unos de los mejores poemas amorosos que
forman parte de este volumen. René Dávalos, con solo veintidós años, podía
describir de forma tan madura y reflexiva un tema muy común como el amor. Solo
ya eso lo convierte en un gran poeta que merece sin duda estar en todas las
antologías paraguayas e hispanoamericanas.
Otros
poetas seleccionados son Carlos Villagra Marsal, Renée Ferrer, Carlos
Colombino, Jorge Canese, Nila López, Amanda Pedrozo, Joaquín Morales y
Montserrat Álvarez. Todos ellos ofrecen un estilo personal y sin duda merecen
un estudio y seguimiento pormenorizado.
En
fin, esta antología nos presenta una parte fundamental de la poesía hispanoamericana,
el capítulo que faltaba por conocer.
C.D.L.
Otras noticias sobre la antología:
http://www.abc.com.py/edicion-impresa/suplementos/cultural/poesia-paraguaya-en-el-visor-1287839.html
sábado, 13 de diciembre de 2014
La patria del hombre
Sergio Noe ha tenido la bondad de hacer una nota para el diario Última Hora de Paraguay sobre el Premio Asturias Joven de Narrativa 2014 que acabo de ganar. Se agradece estas cosas. Para leer la nota →: La patria del hombre
Etiquetas:
Diario Última Hora,
paraguay,
Premio Asturias Joven 2014
martes, 9 de diciembre de 2014
Fallo del Premio Asturias Joven 2014
NOTA DE PRENSA
(Jueves, 27.11.2014)
ASUNTO:
Sara Alonso Palicio, ganadora del Premio Asturias Joven de Poesía 2014 por Las costumbres vacías y Cristian David
López ganador del Asturias Joven de Narrativa por la obra La patria del hombre.( 2
páginas)
·
El premio
conlleva la publicación de las obras ganadoras en la Colección Texu y la
entrega de 150 ejemplares a cada autor.
Sara
Alonso Palicio, con el poemario Las
costumbres vacías, y Cristian David López,
con la obra La patria del hombre, se
han alzado con los Premios Asturias Joven de Poesía y Narrativa 2014, conforme
la decisión unánime del jurado que se reunió en la tarde de ayer en las
dependencias del Instituto Asturiano de la Juventud, formado por los escritores
Ana Vega, Ismael Piñera Tarque y Rosario Hernández Catalán.
Sara Alonso Palicio (La Felguera, Langreo 1991) es Licenciada en
Filología Hispánica por la Universidad de Oviedo y está realizando en la
actualidad el Máster en Literatura Española por la Universidad Complutense de
Madrid.
Ha
publicado en la antología Una música, un
rumor y un símbolo (Circulo Cultural de Valdediós, Oviedo 2010) y
participado en diversos actos literarios organizados por la Universidad de
Oviedo: Leer es cosa de dos (2010):
Recital poético, Leer para ver /Ver para leer (2011): Recital poético. Ut pictura poesis. ¿Mil palabras, una imagen? (2012):
Recital poético. La vida secreta de las
palabras. Homenaje a los poetas de la
Cátedra (Cátedra Emilio Alarcos Llorach, 2013)
Cristian David López nació en Lambaré, Paraguay, en 1987. Es narrador y
poeta. Escribe en español y guaraní. En la actualidad reside en Oviedo y cursa el
Grado de Lengua Española y sus Literaturas. Ha publicado Poemas del exilio (Universos, Mieres 2010) y ha sido incluido en la
antología Tempos Fugit (Circulo
Cultural de Valdediós, 2011) y en Fame
poétika (La Manzorga espaciocultural, 2013). Ha sido coeditor y traductor
de Cantos Guaraníes/Guarani purahéi
(Impronta, Gijón, 2012). Editor de las Reflexiones
y epifonemas de Rafael Barrett
(Renacimiento, 2014). Y ganador del concurso” I Premio Jovellanos de Poesía
2014”.
A
juicio del jurado Las costumbres vacías
de Sara Alonso muestran una voz
personal, firme, contundente. Oficio y conocimiento, asimilación de lecturas. Un
universo personal con una extraordinaria elección de citas. Originalidad y
diferencia. Conjunción y asimilación de voces y lecturas. Carácter
trascendental, filosófico, verso con peso, poética. Excelente presentación.
Hallazgos poéticos importantes. Asimilación, fluidez y manejo de diversas
corrientes poéticas.
Y en La
Patria del hombre de Cristian David
López destaca su capacidad para
hilvanar un anecdotario de infancia en un contexto a medio camino entre lo
utópico y lo hostil, con una prosa efectiva, luminosa por momentos y ajena a
cualquier retoricismo impostado.
Asimismo
se declaraba desierto el Asturias Joven de Textos Teatrales 2014.
El
premio conlleva la publicación de las obras ganadoras en la Colección Texu y la
entrega de 150 ejemplares a cada autor. Con esta edición, la Colección Texu
alcanzará el nº 61 de premios Asturias Joven publicados. Esta colección se ha
convertido, con el paso del tiempo, en una importante muestra de la literatura
joven asturiana, reuniendo los libros de todos los premiados y en la cual están
publicadas obras de algunos de los mejores escritores de la última generación
(José Luis Piquero, Martín López Vega, Jordi Doce, Ricardo Menéndez Salmón,
Ignacio del Valle, Pablo Rodríguez Medin a,
Ismael Piñera, Chus Fernández, Jon Bilbao, Sofía Castañón, Miguel Barrero,
David Barreiro, Rodrigo Olay y José Ángel Gayol, entre otros muchos a
destacar).
viernes, 28 de noviembre de 2014
¡Un libro delicioso!
El arte de freír
patatas
Chelo Pineda Pizarro
Badajoz, Editora Regional de Extremadura, 2013

Etiquetas:
Chelo Pineda Pizarro,
comentario,
El arte de freír patatas,
lecturas,
libros
miércoles, 19 de noviembre de 2014
Tánger, una musa
Más allá, Tánger
Álvaro Valverde
Tusquets, Barcelona,
2004
¿Quién no
se ha enamorado de una ciudad a la que no olvida y a la que desea volver
siempre? Los cincuenta poemas que conforman Más
allá, Tánger nos hablan de ese amor. Un libro en el que no aparece un
índice que nos guíe. Pero no hace falta
porque todos los poemas hablan de Tánger y tienen una coherencia narrativa. Toda
lectura es un viaje al pasado.
Como leemos en la solapa, en este
libro “se entrecruzan dos voces: la que podríamos llamar del narrador y la de una mujer, protagonista
del relato. Sí, un hilo narrativo
gobierna estos poemas que, por otra parte, no renuncian a ser lo que son:
poesía”. La poesía es la que nos guía, la que nos muestra la ciudad, la que nos
pierde, las que nos confunde de voz, la que nos lleva verso a verso hasta
Tánger.
En Más allá, Tánger, el recuerdo hace
presente todo lo que no se traga el olvido. Y es que, como decía Gibran, el
recuerdo es una forma de reencuentro.
Tánger renace en la memoria, como
en el poema 1 (ninguno lleva título); y en el 4, donde leemos: “Como a Venecia,
Valparaíso o Estambul, / sólo hay un modo de llegar a Tánger”, y no nos dice
cuál es ese único modo. Tal vez sea el recuerdo, esa especie de mar donde va a
parar muchas cosas de lo que vivimos. Ese mar que nunca muere.
Se nos
presenta la ciudad, siempre blanca, como si quisiera purificarla el poeta hasta
el punto de llegar a santificarla: “Una sábana al sol” (poema 5), “El blanco se
serena entre lo azul” (poema 8), etc.
ÁlvaroValverde a veces recurre a las referencias clásicas. Como en el poema 11:
“Cualquier calle da al mar. / Cualquiera, en consecuencia, / da al morir”,
evocación manriqueña. Pero por mar es la forma más fácil de llegar a Tánger.
El tono
narrativo de los poemas se adapta perfectamente a las descripciones de la ciudad.
En el poema 18, una simple avispa revolotea sobre una copa de ámbar dulce y que
huele a azahar, y le trae al poeta un recuerdo de la ciudad añorada. Cada
avispa le pica en el corazón, diría Rubén Darío.
En el poema
23, leemos la historia de la familia relacionada con Tánger. La madre era la
que más quería a la ciudad y el padre el que siempre deseaba irse de allí. El
narrador y la protagonista heredaron de la madre ese amor. Más adelante, en el
35, se puede leer que es la madre la que se acuerda todos los días “de su
ciudad perdida”. Pero el padre es uno de los protagonistas destacados del
relato, en el poema 25: “Vuelvo a ver a mi padre / con la cámara en el hombro /
a las puertas del Minzah. […] Aunque no veo su cara, / me mira con los ojos
encendidos”. El 31 nos cuenta que el padre llegó a Tánger a finales de los
treinta. “Como otros, venía / de perder una guerra.”. Es la historia de un
destierro este poema, como el 38, “Vinieron de un destierro / para
exiliarse en otro”. También el 48 nos
narra la historia de la Guerra Civil española, la separación de los seres
queridos y, finalmente, la huída.
En el 44,
en la habitación de un hotel, donde “la noche es un lugar interminable”,
rodeado de lujo y de mosquitos, el narrador piensa en Tánger y en el tiempo
(como Garcilaso): “[…] Lo bastante / para evocar al clásico y pararme / a
contemplar mi pobre estado”. Pero no es el sitio ni el momento adecuado para
eso, reflexiona. Decide aguardar al sueño que le ha de llevar a la ciudad que
añora tanto.
Como Lorca,
como Juan Ramón Jiménez y tantos otros, Álvaro Valverde dedica un libro de
poemas a una ciudad. Más allá, Tánger
es una forma de ver esa ciudad, de volver a ella, de quedarse allí para siempre.
Etiquetas:
Álvaro Valverde,
comentario,
lecturas,
Tánger,
Tusquets
martes, 11 de noviembre de 2014
domingo, 9 de noviembre de 2014
La luz de Adela Sainz Abascal
Adela Sainz Abascal
Renacimiento, Sevilla, 2014
Adela Sainz Abascal (Saro, Cantabria, 1965) acaba de
publicar su tercer libro, Esa extraña, la
luz, que consta de treinta y nueve poemas y, está dividido en cuatro
partes. El núcleo del volumen es esa búsqueda que la poeta, con un lenguaje
visual, sugerente, enigmático a veces, hace sobre el papel en blanco, esa otra
luz “donde [se] hospeda el silencio”,
donde ella quiere dejar o encontrar un poco de su oscuridad. De ese
momento de la escritura nos hablan algunos poemas, como “La batalla” o “El
fulgor del rayo”. Otros, como la punta de un iceberg, dicen mucho más de lo que
parecen decir, por eso hay que leerlos entre líneas para encontrar su sentido e
interpretarlos. También se inspira en el recuerdo de la infancia, esa fuente
inagotable. Sainz Abascal utiliza indistintamente la primera y la segunda
persona del singular, con la que la poeta parece dirigirse a sí misma. Con este
libro descubrimos que escribir es buscar en una hoja en blanco lo que no
sabemos aún qué es. La poesía es descubrimiento. Como dice en el poema
“Buscando qué”: “Y si me pusiera a escarbar la tierra, / buscando ¿qué?, y
encontrase”. Este libro es sin duda un placentero encuentro con la poeta
buscando también ese algo que no sabemos qué es.
Copio a continuación un poema:
El fulgor del rayo
Emborronas,
antes de comenzar,
una letra de la cabecera.
Y sabes,
con certeza
similar al fulgor del rayo,
que la página está,
como otras,
condenada al fracaso.
[El comentario se publicó en el número dos de la revista Anáfora]
Etiquetas:
Adela Sainz Abascal,
comentario,
Editorial Renacimiento,
poesía
martes, 21 de octubre de 2014
Francisco Fuster reflexiona sobre las "Reflexiones y epifonemas" de Barrett
Francisco Fuster ha hecho un comentario minucioso sobre el libro de Rafael Barrett, Reflexiones y epifonemas (Renacimiento). Y no solo se centra en el libro, sino también ha hecho una lectura de varios otros para hacer su reseña, ha ido más allá, ha investigado y eso es muy significativo. Porque, como diría Barrett: “La verdad no es divertida. Lo divertido es buscarla”. Fuster es un gran ensayista y gran conocedor de las obras de Baroja, de Camba,... esa generación que conoció Barrett. Por tanto, esta reseña es más que una reseña. Lo único que puedo hacer es agradecerle a Francisco Fuster por su atenta mirada a las partes del libro. Además es muy especial para mí que lo comente en la "Revista de Libros". Sin duda, mucho se aprende con este tipo de reseñas. Gracias.
Para leer la reseña de Fuster pinchar aquí.
Para leer la reseña de Fuster pinchar aquí.
miércoles, 15 de octubre de 2014
Buenos Aires
Aquella tarde de sábado
de un verano cualquiera
nos burlábamos del
sueño,
del futuro nos reíamos,
mientras me fumaba cien
pesos en tu blanca piel,
tu piel que sabía amar,
tu piel tatuada con versos
que quemaban el respirar.
Hoy lo recuerdo mientras
camino pateando los cubos
que esperan tus fotos,
voy silbando bajo la lluvia
la melodía de tu nombre…
sábado, 20 de septiembre de 2014
Cinema Paradiso
Cine
que reconforta
Hay películas que son una especie de bálsamo para el
alma. Como “Cinema Paradiso”, de Giuseppe Tornatore. Un filme apasionante, que
nos regala la historia de una amistad, de un sueño, de un amor, del
cine dentro del cine, siempre cargado de literatura, y finalmente, una
antología de besos en blanco y negro que llenó de colores, seguramente, a los
primeros espectadores que la vieron entonces. Los diálogos, llenos de ironía y
ternura, son maravillosos, como los que mantienen, mientras se van en
bicicleta, Alfredo y Totó, el simpático niño que nos contagia el amor por el
cine:
Totó— Alfredo. ¿Tú conocías a mi padre?
Alfredo— Por supuesto. Claro
que lo conocía. Era alto, delgado, simpático y tenía un bigote como el mío.
Siempre reía. Se parecía a Clark Gable.
Totó— Alfredo.
Alfredo— Dime.
Totó— Ahora que ya soy mayor y voy a
quinto… no digo que pueda entrar en la cabina [de cine], pero ¿por qué no nos
hacemos amigos?
Alfredo— Yo elijo a los amigos
por su aspecto… y a mis enemigos por su inteligencia. Y tú eres demasiado listo
para ser amigo mío. Siempre se lo he dicho a mis hijos: “Tenéis que encontrar a
los amigos adecuados”.
Totó— Tú no tienes hijos.
Alfredo— ¡Pues cuando tenga se
lo diré!
Etiquetas:
Cinema Paradiso,
Giuseppe Tornatore,
italia,
películas
lunes, 18 de agosto de 2014
La musa
Una tarde de abril vino conmigo hasta mi casa.
Ella quería hacerlo en el parque,
en cualquier parte.
Le dije que esperara.
Pero ella siguió lamiéndome las orejas,
al final no
pude resistirme.
Al principio fueron fogonazos,
dos veces al día a veces tres cuando la cerveza
fluía y el tiempo se llenaba en mis párpados
blancos.
Me siguió inspirando porque las noches eran largas
y los domingos, aburridos.
Un día se fue con Xaime Martínez,
que toca
blues en una banda,
otra vez se colgó de la barba de Sevillano,
pero este no se dejaba engatusar por ella;
una semana después probó con Carlos Iglesias,
que aprovechó la ocasión para hablarle de cine
(quién lo iba a decir, era el más tímido de la
tertulia,
o eso creía yo),
tampoco se negó a Pablo Núñez,
que pasa de arrancar las rosas
y va directo al grano.
y va directo al grano.
Pero cada fin de semana se escapaba con Martín,
sin dejar de coquetear con Javier Almuzara.
Yo trataba de seguir sus pasos alguna tarde,
cuando la encontraba,
pero me era imposible seguirla.
Hace mucho que no la veo. Hoy la recuerdo vagamente.
Y ahora que la necesito, me pregunto dónde cojones
estará.
martes, 5 de agosto de 2014
Poemas sin una gota de alcohol

Decía Ortega y Gasset que el poeta empieza donde el hombre acaba. Pero la
línea que divide uno y otro es difícil de precisar. Hay poetas que no buscan
crear un mundo nuevo (que no se sienten dioses), sino solamente ilustrarnos
sobre los deseos, los sueños, las vigilias, los viajes, es decir, sobre la vida
misma. Este es quizá el caso de Pablo Núñez (Langreo, 1980), cuyo libro Lo
que dejan los días fue galardonado con el XII Premio de Poesía Dionisia
García y acaba de ser publicado por la Universidad de Murcia.
Abundan las referencias literarias, pero el autor no se permite un atisbo
de ironía en todo el libro. El poeta parece buscar idéntico tono sobrio para el
conjunto de sus poemas.
Encontramos como temas la evocación del pasado –el poema es también
memoria, disco duro–, de la vida como algo cíclico, según ocurre en el poema “Vidas”:
“la mar que vuelve y vuelve sin dejar de irse”. Vemos cómo el poeta busca
romper el tópico de Heráclito de que ningún hombre se baña dos veces en el
mismo río. También en el poema “Plenitud”
contradice el tópico horaciano collige,
virgo, rosas. Pablo Núñez nos dice que no
nos preocupemos por coger las rosas, que nunca nos haga sufrir aquello que se
ha ido, “porque la plenitud / la alegría más pura de este instante / se esconde
en aceptar el tiempo y su camino”. No todo se ha perdido del pasado, pequeños
paraísos quedan en el recuerdo. “No canto lo perdido porque aún siguen / bien presentes su imagen y el designio / que habremos de cumplir.”, leemos en el
poema “El calor de la sombra”.
Los poemas son espejos de quien los escribe. Y en este
libro podemos ver a un gran lector de poemas, a uno que conversa con sus poetas
favoritos, los cita y los recita y piensa en ellos mientras camina. Porque la
literatura es un libro que cuando se abre acapara la vida misma del lector.
Es difícil no amar más la vida después de leer Lo
que dejan los días.
lunes, 4 de agosto de 2014
Mi tesoro
Recuerdo que
cuando todavía era un niño, quería que mi escuela y colegio tuvieran una
biblioteca para los alumnos. En mi escuela nunca tuvimos una. Los que dirigen
Paraguay nunca miran hacia el interior del país. Tienen la mirada muy corta. En
mi colegio tardíamente nos dieron una (la embajada de EE.UU nos donó una pequeña
biblioteca), cuando yo ya no era estudiante, ya había acabado.
Hoy, diez años
después, lejos de mi país, tengo una en mi casa. Pequeña pero valiosa. Poco a poco fui formando una biblioteca
con los libros que siempre soñé. Libros encontrados en los mercadillos, en las
librerías de viejo; muchos son regalos de amigos; algunos, libros nuevos... esperando que yo los
abra. En fin, libros madrugados, gastados por el sueño.
Mi pequeña
biblioteca es para mí un tesoro. La vida (y mucha gente buena) a veces nos
da mucho más de lo que pedimos. Soy un hombre afortunado.
jueves, 31 de julio de 2014
Monedas para disfrutar el verano
Me
gusta que un libro de poemas me acompañe en estos días de verano en que parece
que la ciudad se toma un respiro y la gente se va a la playa a darse un
chapuzón. Me gustan los poemas breves (los que te permiten suspirar), con
imágenes sugerentes, los que te invitan a volver a leerlos, los que invocan las
estaciones, los ríos, la vida que pasa... Sentado en un banco cualquiera, en
una parque cualquiera, bajo una sombra fresca, leo Monedas sueltas (Huerga & Fierro, 2014), una selección de
haikus del poeta santanderino Juan Antonio González Fuentes. Se trata de poemas
escritos entre los años 2009 y 2013.
El autor explica en una nota a la
edición que sus haikus “no son verdaderos haikus ni desde el punto de vista
temático y conceptual, ni desde el métrico, pues mis agudas y esdrújulas
finales en ocasiones ni suman ni restan lo que las reglas de nuestro idioma
exigen en su uso normalizado”. Entendemos que lo que nos quiere decir es que
pretende que sus haikus sean esencialmente poemas, respeten o no unas normas
métricas, y no una forma vacía, versos sin alma.
Les dejo, como ejemplo, algunos
poemas de Juan Antonio González Fuentes:
Un gorrión gris
baila sobre la
nieve:
punto de fuga
*
Soy gota quieta
que a la luna
pregunta
por su reflejo
*
El árbol solo:
paisaje
inagotable
en cientos de hojas
*
Aprende el fuego
la lección de
las aguas:
lame su herida
*
Muy
malherida
se
refleja la sangre
en el cuchillo
*
Confunde
el mirlo
la
luna y la farola
entre sus alas
*
Cantan
las ramas:
lee
el viento en sus hojas
la partitura
*
Queda
el rocío
esperando
a la muerte
en
la flor seca
Etiquetas:
comentario,
haikus,
Huerga & Fierro,
Juan Antonio González Fuentes,
lecturas,
Monedas sueltas,
poesía,
Santander
miércoles, 30 de julio de 2014
Tengo fe
La lucha contra el dinosaurio es terrible, aun más si no poseemos las armas para enfrentarle. Lo sé. Pero no nos rendiremos, no importa dónde ni cómo estemos. Tenemos motivos para no rendirnos. Ejemplos son los campesinos que luchan por su derecho a un puñado de tierra, por una salud pública, por una educación igualitaria; los jóvenes, por un puesto de trabajo que les impida abandonar su hogar (su país) y les permita estudiar; las mujeres, por la igualdad y el respeto... por sus hijos... Tengo fe en el cambio. Tengo fe en que algún día podremos elegir responsable y concienzudamente a nuestros mandatarios, sin guiarnos por el color. Ojalá solo pudiéramos ver todo en escala gris. Cuántos problemas nos ahorraríamos. Que no haya tolerancia para los corruptos. Maduremos de una vez. Algún día madurará la conciencia paraguaya. Tengo fe. No nos pasará lo del cuento de Monterroso. Cuando la pesadilla pase, el dinosaurio ya no estará allí. Sí, señor.
viernes, 4 de julio de 2014
Tanto afán para qué
Todo lo
que hoy aprendo mañana olvido.
Tanto
afán para qué si todo acaba
como si
nada hubiera ocurrido.
La rosa,
tanto si la arranco o no,
al otro
día muere en el camino.
Un fuego
que se resiste a resistir
es la
vida, solo un fatuo espejismo.
Sin
memoria ni pasado el destino.
Mi
futuro es un túnel oscuro.
No puedo
ver la luz, estoy perdido.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)