miércoles, 1 de diciembre de 2010

¿Será la soledad?


Que fantasma es la que hace tanto sufrir a mi espíritu en las noches, que me visita como Nietzsche, como Goethe y que me acaricia con las frías manos  y me hace sudar, resudar como en un baile de mascaras donde los anfitriones son maniquíes ¿será la soledad que me tienta traviesa? A veces hay alguien  en los días de melancolías que tapa al sol, que baja persianas evitando ponerme fuerte, que hace llover  a mis ojos, no sé si eres tú que estás aquí ausente, que quieres que me conozca, que me vea a mi mismo como en el espejo el cuerpo, tal vez la soledad sea el espejo donde se ve, donde se conoce,  donde se maquilla uno mismo. Será la soledad; la que hace que en mi corazón suene truenos y llanto. Qué sirena canta con tanta angustia por la siesta en los ríos y al viento se echa a llorar  como una chiquilla caprichosa porque tal vez busca llamar mi atención, pero yo soy con ella como un padre muy severo y la desprecio glacialmente. Su llanto retuerce a mi alma y la obliga nostálgicamente buscarte en donde no estás, en los álbumes y en los portales . ¿Será la soledad? La adivina, la verdadera ciega. Pero la soledad no se rinde fácilmente sabe donde tocarme, sabe que acudiendo a mi razón no logrará desnudarme por eso por las noches visita mi corazón, como una bella pesadilla disfrazada de Márilin. Desde entonces me gana pues ahora es:

Tu amiga la soledad

¿ Mi amor es amiga tuya la soledad? Es que ella me habla bien de vos, no me deja solo, me acompaña. Como una nueva madrastra llegó a casa ahora vive en mí, expulsó a mi sombra y ahora de mi alma enamorada está y me recuerda a ti, la misma palidez el mismo silencio. Me dibuja en la tarde tu cara blanca  y dulce como batata, dibuja tu sombra entre las cortinas que juega  en la puerta y en el fondo de la cocina a tu risa que canta, en la pieza donde estabas te dibuja entre las sabanas, se pone tu silueta y desfila para mí. Ella te llama a venir, cuando sabe que ya no la quiero, cuando no sabe qué hacer para emocionarme. A veces juega conmigo a las escondidas, porque a veces vuelvo a ser niño a veces se alegra conmigo, y yo también con ella. Camina conmigo, come y duerme conmigo desde que ya no estas también se entristece conmigo. Desde que tu ya no estás prepara recuerdos en la cocina, canta tu canción y se pone tu bata y se ríe como vos, tu amiga la soledad. Es una alcahuete, tu mensajera.

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