Con el
motivo del 92º aniversario del nacimiento del poeta y lingüista Emilio Alarcos
Llorach, el poeta Javier Almuzara dio el pasado 28 de abril una conferencia en
el Aula Magna de la Universidad de Oviedo titulada "La poesía: la música
que piensa". Al conferenciante lo acompañó el crítico literario José Luis
García Martín y la directora de la Cátedra Emilio Alarcos, Josefina Martínez.
En nombre
de la Cátedra, que lleva trece años de actividad, Josefina Martínez empezó
dándole las gracias a Javier Almuzara y recitando luego algunos versos de Jorge
Guillén. "Son muchos los talentos de este admirable hombre. Es un
excelente poeta, su poesía es de hermosa sonoridad", dijo la directora de
Javier Almuzara. "Javier Almuzara es ejemplo vivo de una vocación
literaria", siguió recalcando. Y es que Javier Almuzara fue alumno de
Josefina Martínez en la Universidad de Oviedo. "Era un joven educado,
discreto, que siempre iba por libre en las disciplinas", recuerda la
directora, quien intentó guiarle para que se encaminara hacia la gramática de
la lengua española. “Mal intento”, bromeó al final. “Lo que a él le interesaba era la otra
gramática, la de las emociones, la
peripecia humana”, sentenciaba antes de cederle la palabra a José Luis García
Martín.
Por su
parte, García Martín recuerda que conoció a Javier Almuzara allá por el año
1989. “Yo vi su primer poema”, dice orgulloso. Y es que Javier Almuzara lleva
escribiendo y publicando poemas veinticinco años. Y pronto aparecerán dos
libros con el sello de la prestigiosa editorial Renacimiento. Después de
referir algunas anécdotas literarias, García Martín resume en tres palabras a
Javier Almuzara, una es Poesía. “Es
un poeta de tradición clásica”, afirma. Javier Almuzara escribe sonetos,
epigramas, décimas, poemas con rimas, con métrica, con ironía, poemas que
conectan con la fábula. Sus maestros fundamentales son: Horacio y Omar Jayyam.
La segunda palabra que define a Almuzara es Música.
“Javier Almuzara habla de la música con la pasión que da el conocimiento”. Es
amante constante de este tipo de arte y contagia su amor por la música. Y la
última palabra es Entusiasmo. “Es un
entusiasta de aquello que admira, de aquello que ama. Y sabe transmitir ese
entusiasmo”, explica García Martín quien lo conoce mejor que nadie.
Después
de las bellas palabras de Josefina Martínez y José Luis García Martín, Javier Almuzara no puede ocultar la alegría.
Su semblante, sus esquivas y movedizas cejas negras, sus gestos, delatan la
alegría de estar rodeado de tan buenos admiradores.
Los
aplausos del público aún no cesaban cuando quiso mostrar su agradecimiento a la
Cátedra Emilio Alarcos.
“El
nombre de Emilio Alarcos a mí solo me trae satisfacción”, empieza confesando el
poeta. Y es que Javier Almuzara fue ganador del II Premio Alarcos de Poesía en
el 2003 con el libro Constantes vitales.
Es además un gran lector de los ensayos del filólogo homenajeado.
Javier
Almuzara es un excelente articulista, colabora semanalmente en Asturias Diario, donde habla de arte, de
música, de literatura, en fin, de todo lo que él sabe. Su prosa siempre está
entreverada con algún aforismo.
Antes de
su conferencia, Javier Almuzara leyó y comentó un poema elegíaco de Emilio
Alarcos para homenajearlo.
La
conferencia estaba tan llena de metáforas brillantes que era imposible
aburrirse. Como maestro que es, nos hizo sentir a todos los presentes alumnos
suyos.
Javier
Almuzara dice que suele escribir los poemas en cualquier parte, siempre lleva
consigo una libreta para anotar sus ocurrencias. Pero la inspiración le
acompaña sobre todo en sus viajes, como por ejemplo, en una excursión a Grecia.
“Era un atardecer maravilloso en la isla de Siros”, rememora. Describe
poéticamente el lugar, como un locus
amoenus, y el momento en que la musa iba a dictarle unos versos. “Todo era
perfecto en aquel instante y luminoso” cuando se le ocurrió un poema y lo dejó
grabado sobre una pizarra de una capilla blanca frente al mar. Los versos del
poema dicen así: “Luz y silencio. / He venido a encontrarme / con lo que llevo
dentro”, recita.
Como
alumno, he anotado de forma apresurada unos apuntes que merecen sin duda la
pena de ser guardados en la memoria. Cito a continuación algunas de sus frases:
“La
concisión obliga a ser preciso, aunque la concisión no garantiza la exactitud”
“Más vale
soneto forzado que ciento volátil”.
“Escribir poesía es un proceso de
descubrimiento. La forma poética forma parte de esa revelación y está al final
del proceso, no en su punto de partida. Lo que tenga que decir el poema además
será un proceso irreductible incluso para el propio poeta, o no merecería la
pena el viaje a esas tierras remotas con vocación de nuevo continente”.
“Deja de
haber sido buen escritor quien termina siendo malo”.
“La
poesía puede cantar sin alzar la voz”.
“El
aliento poético no debe confundirse con la respiración de la prosa”.
“Despojar a la poesía del manto retórico no es desnudarla de artificio”.
“Puede
hacerse poesía de la prosa, pero nunca prosa de la poesía”.
“Lo que busco en poesía, como creador y lector
indistintamente, es ligereza sin frivolidad, gracia sin vulgaridad, hondura sin
hermetismo, inteligencia sin aridez y emoción sin patetismo”.
“Escribir
poesía es un arte en dos tiempos. El proceso debe iniciarse sin fiscal y el
oficio solo debe terminar sin abogado defensor. Es decir, que hay que escribir
sin trabas y corregir sin piedad.”
Qué excelente artículo el de este post Cristian David. Me has acercado a la figura y a la persona del poeta Javier Almuzara haciendo que me interese mucho por su obra.
ResponderEliminarGracias por compartirlo.
Saludos
:)
Me alegra que te guste mi entrada. Javier Almuzara es uno de mis escritores favoritos. Da gusto leerle y , sobre todo, da gusto escucharle.
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