La lucha contra el dinosaurio es terrible, aun más si no poseemos las armas para enfrentarle. Lo sé. Pero no nos rendiremos, no importa dónde ni cómo estemos. Tenemos motivos para no rendirnos. Ejemplos son los campesinos que luchan por su derecho a un puñado de tierra, por una salud pública, por una educación igualitaria; los jóvenes, por un puesto de trabajo que les impida abandonar su hogar (su país) y les permita estudiar; las mujeres, por la igualdad y el respeto... por sus hijos... Tengo fe en el cambio. Tengo fe en que algún día podremos elegir responsable y concienzudamente a nuestros mandatarios, sin guiarnos por el color. Ojalá solo pudiéramos ver todo en escala gris. Cuántos problemas nos ahorraríamos. Que no haya tolerancia para los corruptos. Maduremos de una vez. Algún día madurará la conciencia paraguaya. Tengo fe. No nos pasará lo del cuento de Monterroso. Cuando la pesadilla pase, el dinosaurio ya no estará allí. Sí, señor.
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