En el Puerto de Asunción me encuentro en una plazoleta uno de los símbolos paraguayos, la carreta. Al verla allí me viene a la mente uno de los versos de una canción que ya se ha hecho popular en Paraguay. Dice la canción: “la carreta es el rancho que camina, con el tiempo ha dormido en su rodar”.
Yo, al igual que Elvio Romero, de pequeño siempre quise ser carretero. No solo para sentirme libre sino también porque me gustaba holgazanear. Muchas veces dirigí la carreta que traía la mandioca, el maíz, el algodón, la leña, la vida…Esa carreta es la cuna apacible donde se mece el antaño sueño paraguayo. De la huella de la carreta nacieron todos los caminos de este país. Es símbolo de nuestra agricultura. En la foto el yugo reposa, sigue esperando al buey que anda por ahí errante. Hay muchos bueyes, pero pocos carreteros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario